Se comienza trabajando analizando los tres componentes básicos de cualquier problema: ¿Qué emociones siento?, ¿Qué pensamientos me están haciendo sentir así?, y ¿Cuál es mi conducta antes esas emociones y esos pensamientos?.
En las primeras sesiones identificamos estos componentes a modificar, y el psicólogo te hará entender cómo se mantienen, en qué consiste exactamente y qué técnicas se usarán para solucionarlo. Así mismo, desde el principio, el proceso de terapia es totalmente activo por parte de la persona que acude a consulta, ya que, trabajará, dentro y fuera de las sesiones, para conseguir los objetivos marcados y manternelos en su vida. Para ello, siempre tendrás tareas para ir trabajando aquello que es central en cada momento dentro de tu terapia.
Además, entre sesión y sesión tienes un canal abierto con tu psicólogo, para poder aclarar cualquier duda o comentarle algo que te pueda causar malestar excesivo.