A lo largo de nuestra vida, hay veces que nos encontramos bloqueados, o que no conseguimos un nivel adecuado de bienestar.
A veces, por nosotros mismos lo conseguimos solucionar, pero, si tras un tiempo el problema u obstáculo sigue o se ha hecho más grande, entonces es necesaria la ayuda de un psicoterapeuta.
Los problemas o trastornos más comunes son:
- Trastornos del estado de ánimo (depresión, bipolaridad, maníaco-depresivo, duelos).
- Trastornos de ansiedad, agorafobia, ansiedad generalizada, ataques de pánico.
- Trastornos de la personalidad (límite, por dependencia, obsesivo, esquizoide, etc.)
- Disfunciones sexuales (anorgasmia, disfunción eréctil, etc.)
- Adicciones (tabaco, alcohol, drogas, juego patológico, etc.)
- Trastornos de estrés postraumático (situaciones vividas con mucho impacto, como catástrofes, pandemias, violaciones, etc.)
- Fobias: específicas (oscuridad, volar, atragantarse, etc.), social, hipocondría.
- Estrés postraumático.
- Problemas sexuales: aversión al sexo, disfunción eréctil, eyaculación precoz, vaginismo, anorgasmia…
- Autoestima: inseguridad, autocrítica, desvalorización.
- Problemas para relacionarse: falta de habilidades sociales, problemas en la comunicación, timidez, etc.
- Obsesiones y/o compulsiones
- Procesos de duelo o pérdida.
- Problemas laborales: desempleo, problemas de relación, acoso laboral (mobbing)
- Trastornos de la conducta alimentaria: anorexia, bulimia, sobreingesta compulsiva, obesidad.
- Trastornos del sueño: Insomnio, parasomnias.
- Problemas familiares y de pareja: celos, dependencia emocional, separaciones, problemas en comunicación…
- Falta de control de impulsos: Control de la IRA, juego patológico, compra compulsiva.